El paso de los años ha conseguido que Llamber, la taberna gastronómica catalana-asturiana por excelencia en Barcelona, haya crecido y madurado. Sus 10 años de trayectoria le han dotado de una fortaleza y otorgado  un sello e identidad propia permitiéndole sortear modas, resistiéndose a una profunda crisis socioeconómica y sabiéndose adaptar a los nuevos paradigmas laborales y empresariales. 

Las fuentes de inspiración de Llamber han sido y siguen siendo la de Asturias y Cataluña, de sus mares, sus paisajes y sus culturas, aunque en el resurgir del restaurante y con la llegada del chef Ángel Palacios al equipo, se ha introducido una visión más global de la gastronomía elaborando recetas procedentes de otros países y culturas.